Levanta los brazos; abre las manos; sostén tu cielo.
Tú sabes: ¿Qué pasa con el mundo? Bajo el cielo azul
una pelota roja de goma rodaba en la
azotea.
Naufragios en el Mediterráneo. “Quien toma parte en el
pecado de homicidio, también es un homicida”. Stefan Zweig, Los ojos del
hermano eterno, Acantilado, pág. 19.
“Las gentes de corazón limpio gritan asiduamente y en
todos los idiomas: “No hay derecho””.
Miro, y sonrío. No porque me guste lo que veo. Sino
porque no miro lo que no me gusta.
Vivía del fantasma del oropel que invadía todo su ser.
El erotismo es a la pornografía lo que la poesía al
panfleto.
Decía una filósofa a su colega: ya que no somos
profundos, seamos oscuros.
La religión positiva, la religión oficial, es la
manifestación más elaborada de la hipocresía. La apelación a lo divino y lo demasiado humano conviven en perfecta armonía.
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