lunes, 4 de junio de 2018

Tipología de loros


Ensayo general de “La torre de Babel”
(Estos ejemplares de parlanchines no son reales.
Todos son productos de la imaginación.)

El “abeja”: Puede morder, más el tono de sus palabras es dulcísimo.

El “artista”: Mucha retórica para escucharse a sí mismo. Le encanta que lo alaben, aunque lo disimule.

El “champagne”: Es ingenioso y gracioso. Tiene chispa. Capacidad para enamorar y enamorarse. O para ofrecer un rato agradable.

El “chupón”: Ejemplar muy común. Acapara toda la conversación. Te deja sin palabras.

El “erizo”: Autista. Huye de la conversación, está deseando irse.

El “jirafa”: De voz engolada, arrastra las palabras y se cree único en el decir. No puede vivir sin descollar por encima de los demás.

El “laberinto”: Carrilea sin parar. Se sabe por dónde empieza, pero no por dónde va, ni cómo termina.

El “matemático”: Habla con escuadra y cartabón. Sus palabras son precisas y suficientes.

El “metralleta”: Lengua viperina. Rápidos y agresivos. Muy frecuente en la política.

El “monja”: Es una modalidad del monotemático. Habla para corregir los comportamientos de los demás.

El “monje”: Voto de silencio. Austero. Parco en palabras. No las desperdicia.

El “monotemático”: El más genuino loro. Solo habla de fútbol o de trapos, de religión o de política.

El “pozo”: Hombre tan grave que expresa treinta y tres mil ideas antes de llegar a una conclusión. Nunca se ríe.

El “vampiro”: Lento y prolijo de verbo, te chupa la sangre.

11 comentarios:

  1. El título o nombre de la entrada te atrapa y te hace ir corriendo a leerlo. Sonríes mientras vas, lo lees ávidamente y te propones volver a releerlo más pausadamente para comprobar a qué clase de loro perteneces (pertenezco), además de disfrutar de su lectura. A algunos ya les he puesto nombre. Me encanta.

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  2. Me alegra que te guste. También me agradaría saber quién eres. Muchas gracias.

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    1. Perdón, pero como entro como anónima, se me olvidó despedirme con mi nombre.

      (Ana)

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  3. Como a "Anónimo-Ana", me ha gustado mucho. Es verdad que te atrapan el título, el autor y el afán de verte reflejado en alguno de los tipos de loro. Llegas a dos conclusiones. La primera, agradable, es que no te identificas con ningún tipo, aunque se te vienen distintas personas en cada uno;la segunda, tras una relectura, es que tienes algo de casi todos: ¡increíble!
    Enhorabuena!!!

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    1. Gracias Ignatius. Son tipos y, afortunadamente,la mayoría somos más normales. Para mi, el tipo que más me gusta es «el champagne». Un abrazo.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Como a "Anónimo-Ana", me ha gustado mucho. Es verdad que te atrapan el título, el autor y el afán de verte reflejado en alguno de los tipos de loro. Llegas a dos conclusiones. La primera, agradable, es que no te identificas con ningún tipo, aunque se te vienen distintas personas en cada uno;la segunda, tras una relectura, es que tienes algo de casi todos: ¡increíble!
    Enhorabuena!!!

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  7. ¡ Es buenísimo ! Hay que releerlo dos o tres veces para buscar el casillero de uno mismo y para tratar de situar al entorno más cercano. Me ha gustado, si señor.
    Y aunque no sean casillero perfectos, lo cierto es que cada uno se puede hacer su propio autorretrato sin temor a equivocarse.
    Somos fauna humana pero fauna al fin y al cabo. Incluso como en esta caso, fauna humorística. No siempre es así.
    Gracias por compartir la entrada.(jaem)

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    1. Jose, has dado en la clave. Este pequeño trabajo fue fruto de unos instantes de humor. Un fuerte abrazo.

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