viernes, 26 de octubre de 2018

Desvaríos de un demente (en la 2ª acepción del Diccionario de la RAE)


Llevo toda la vida, y aún sigo, buscando palabras que me den cobijo. No acuden a mí. ¡Qué desesperación!

Bipolar, tal vez; multipolar, seguro. Cómo dar unidad a este laberinto de senderos enredados.

Escuchar es atender a lo que nos cuentan los demás y para ello hay que tener espacio suficiente en nuestro corazón. No sobrecargues de naderías tu mundo interior. Deja espacio libre para sentirte a ti mismo y a los demás.

El bullicio de los hombres, ¡qué incómodo para las plantas!

Arte de embaucar: Un amigo me habla. Sintetizo lo que me dice y luego yo, en la conversación, lo amplio con detalles, comentarios, ideas… hasta el cansancio. El otro se queda con cara de tonto y yo feliz, aunque lo disimulo, de mi sabiduría; una forma de poder.

Si nos acercamos a lo natural, a la Naturaleza, a los animales y a las plantas, nos sentimos en unidad; solo el pensamiento nos abre a las dicotomías, a las contradicciones, al malestar con nosotros mismos. Todo cuanto ocurre al hombre tiene una lectura desde la Naturaleza, desde lo natural, que es liberadora.

Detesto los juicios morales de lo ajeno; transpiran prejuicios.


Desde que Isaac Newton descubrió la Ley de la Gravedad se perdió el sentido del humor. ¿O no fue él? Cómo alcanzar el equilibrio entre la gravedad cargante y la levedad banal, entre la impostura de un divo y la ridiculez de un bufón.

En una pared de la ciudad algún estudiante hedonista versionó, en una pintada, el primer principio cartesiano en los siguientes términos: “Follo, luego existo; no follo, luego insisto”.

Palabras homónimas: Es curioso que un órgano tan placentero como el “pene”, sea, al mismo tiempo, la primera y la tercera persona del singular del presente de subjuntivo del verbo penar (Yo pene… Él pene). Se mezclan la risa y el llanto, el placer y el dolor. Como en la vida misma. Acaso por la conjunción de ambos elementos tuvo tanto éxito el psicoanálisis.


Introduzco ahora un aforismo que no es de mi cosecha, pero que es oportuno:
     Sentencia de Albert Camus recogida por Victoria Camps en la Revista Mercurio, Especial Doscientos, 2018,  pág. 18

“No puede haber una moral sin realismo, pues la virtud pura es inhumana”.